28 de octubre de 2011

No me digas!: ¿Revolucionarios en Cuba?

¡No me digas!: ¿Revolucionarios en Cuba?
Viernes, Octubre 28, 2011 | Por Alberto Méndez Castelló

PUERTO PADRE, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Un pensamiento del Che
Guevara campea en una pared de la unidad territorial de la Seguridad del
Estado de la región norte de las Tunas con sede aquí.

El escrito lo han situado en un salón apartado. Parece difícil que
moralmente pueda sostenerse en la fachada del edificio.

"Contrarrevolucionario es aquel que lucha contra la revolución, pero
también es contrarrevolucionario el que valido de su influencia consigue
una casa, que después consigue dos carros, que después viola el
racionamiento, que tiene todo lo que no tiene el pueblo y que lo
ostenta, ese es contrarrevolucionario. A ese hay que denunciarlo
enseguida y al que utiliza sus influencias, buenas o malas, para
provecho personal o de sus amistades, ese es contrarrevolucionario y hay
que perseguirlo, pero con sangre, perseguirlo y aniquilarlo", dice el
escrito de marras.

A la luz del concepto del Che Guevara de quienes son
contrarrevolucionarios y luego de repartirse tantos automóviles, tantas
mansiones, de violarse el racionamiento tan reiteradamente y de
utilizarse a manos llenas las influencias de los camaradas
"revolucionarios" para su provecho personal, de su familia y de sus
amistades, cabe preguntarse si en Cuba queda algún revolucionario, o tan
selecta categoría nunca existió, o simplemente se redujo a una banda de
enmascarados tras las cajas de caudales públicas y privadas.

Mas por aquello de que a quien no quiere caldo se le dan 3 tazas,
alguien tuvo la oportunidad de sustanciar su posición cívica refutando
las consabidas acusaciones de contrarrevolucionario, precisamente
empleando el concepto del Che Guevara.

Apenas dos semanas después del profesor y traductor Eduardo Morell
Mujica concedernos una entrevista (ver en Cubanet La paga del castrismo)
en la que expuso sus puntos de vista sociales y políticos, y relató
pasajes de su vida, el teacher Morell fue citado por la policía política
ante su jefe, elTeniente Coronel Juan Peña.

-Morell, nosotros lo conocemos muy bien a usted, sabemos que usted no
vota nunca, que no participa en las reuniones y no pertenece a los CDR
(Comités de Defensa de la Revolución). Morell, ¿por qué usted es
contrarrevolucionario? – nos refirió el profesor que le había preguntado
el Teniente Juan Peña.

-Se equivoca usted, yo no soy contrarrevolucionario, me considero un
revolucionario porque quiero y deseo ver a mi país progresar y eliminar
las cosas feas que tenemos hoy en Cuba; hacer que nuestra prodigiosa
tierra produzca y no esté cubierta de marabú, que nuestra ganadería
crezca como la teníamos en el 1959, que los cubanos tengamos derecho a
disponer de las cosas que son nuestras, de las casas, del caballo, de la
vaca. Como revolucionario quisiera eliminar el estancamiento económico
en que estamos, para que el país pueda progresar. Contrarrevolucionarios
son aquellos que el Che Guevara menciona y están descritos en el cartel
que está en aquella pared-, nos dijo el profesor Morell que le había
replicado al jefe de la Policía Política, sin que este ripostara una
palabra.

A este cronista la escena no le resulta nueva, detenido el 30 de julio
pasado y conducido precisamente a aquella habitación leyó y releyó las
palabras del Che Guevara, asociándolas con nombres de personas, marcas y
modelos de vehículos, y direcciones de casas y mansiones, expropiadas a
sus legítimos dueños, hoy en poder de gente auto titulada revolucionaria.

Y cuando de interrogado se transformó en interrogador, este cronista
preguntando que quiénes son los revolucionarios en Cuba según el juicio
nada menos que del Che Guevara, también el Teniente Coronel Juan Peña
guardó silencio, quizás se preguntaba por la procedencia de su casa o
por la procedencia de la casa de su jefe, el Coronel jefe provincial, o
como se hizo de su casa el General, o se hizo de la suya el Sr.
Presidente, en definitiva todas son de la misma procedencia.

Quizás ya en Cuba, para hacerse un uso correcto del idioma debe
sustituirse la palabra revolucionario, por el vocablo oportunista.

http://www.cubanet.org/articulos/%c2%a1no-me-digas-%c2%bfrevolucionarios-en-cuba/

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