30 de abril de 2013

Cuba alquila negocios a antiguos trabajadores estatales

Cuba alquila negocios a antiguos trabajadores estatales
​​Según datos del Ministerio de Comercio Interior, hasta el momento se
han arrendado ya 2,041 locales a un total de 5,479 empleados.
abril 29, 2013

El gobierno de Cuba ha alquilado más de 2,000 pequeños negocios a sus
antiguos trabajadores estatales, que ahora ejercen como privados y que
han aumentado sus ingresos y la calidad del servicio, aunque los
impuestos y la falta de un mercado mayorista son sus principales
dificultades, informa la agencia española EFE.

Esta nueva forma de gestión no estatal, incluida en el plan de reformas
económicas del gobernante Raúl Castro, comenzó de manera experimental en
2009 en pequeñas barberías y peluquerías, para después extenderse con
carácter definitivo a 47 actividades económicas en un proceso que
culminó en 2012.

Según datos del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), hasta el
momento se han arrendado ya 2,041 locales a un total de 5,479 empleados.
La mayor parte de esos arrendamientos son peluquerías y barberías
(1,344) aunque el modelo también funciona en otras actividades como
relojerías, manicura, zapateros o aparcamientos.

Con este sistema, el gobierno cubano arrienda por diez años los locales
donde antes era el estado quien gestionaba esos servicios, dando
prioridad para el alquiler a los trabajadores de esas unidades.

Ahora convertidos en "cuentapropistas" según el argot local, los
empleados se encargan de organizar el negocio, proveerse de los
materiales y recursos necesarios, mantener o mejorar el local, y asumen
todos los pagos de alquiler, electricidad, teléfono, gas y agua. También
fijan, en función de la oferta y demanda, los precios de los servicios
que prestan.

El propio gobierno cubano reconoce que con esta fórmula se ha mejorado
el servicio y el trabajo, han aumentado los salarios y los nuevos
autónomos se sienten más motivados hasta el punto de que se ha reducido
el absentismo laboral, frecuente en el sector estatal dado los exiguos
salarios y la falta de incentivos.

"Hay actividades que pueden desarrollarse mucho mejor por los individuos
que por el estado (…) Es una verdadera muestra de que no todo lo tiene
que regular el estado", aseguró Mirurgia Ramírez, directora nacional de
servicios personales y técnicos del MINCIN, en un reciente encuentro con
medios extranjeros.

Desde que comenzó la experiencia, el Gobierno cubano ha ingresado 40,4
millones de pesos (aproximadamente 1,6 millones de dólares) por el
arrendamiento de las instalaciones.

Los trabajadores de algunos de esos negocios también se sienten
beneficiados, como los empleados de "Barbería Leo", en el barrio
habanero de El Vedado, que desde hace un año y cuatro meses funcionan
con la nueva gestión.

"El salario ha mejorado muchísimo, antes un salario mínimo era 255 pesos
mensuales (unos nueve dólares) y ahora ya la cosa cambia, la mejora es
sustancial", dijo a Efe Milagros, de 35 años y una de las cinco
peluqueras del local.

"Es positivo, los clientes están contentos, porque cuentan con un
servicio más profesional. Como las instalaciones dependen de nosotros
las cuidamos más también, le damos un sentido más de pertenencia",
explica Leo, que trabaja como barbero en ese negocio.

En la peluquería Radio Centro, en los bajos del edificio del Instituto
Cubano de Radio y Televisión (ICRT), la manicura Idania, de 51 años,
destaca que lo más positivo es la independencia que tienen ahora:
"ponemos los precios acordes al cliente y nuestros gastos", dice.

No todo son "bondades": además de los nuevos impuestos establecidos en
un país con escasa o nula cultura fiscal, la queja recurrente del
emergente sector privado cubano es la ausencia de un mercado mayorista
para abastecerse.

"Tenemos que perder días de trabajo para buscar los productos en las
tiendas", lamenta la peluquera Milagros quien explica que los precios
que pagan al comprar en comercios minoristas les obliga a subir sus
tarifas y han perdido clientes.

Felizia, relojera en uno de los nuevos negocios arrendados, también
coincide en que lo más difícil "es encontrar las piezas, herramientas
que necesitan los relojes modernos. Pero el cubano siempre ha inventado
y seguimos inventando", bromea.

El plan de reformas económicas de general Raúl Castro contempla la
creación de un mercado mayorista para el sector no estatal pero de
momento solo ha aprobado su implantación en el municipio especial Isla
de la Juventud.

http://www.martinoticias.com/content/article/22021.html

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