29 de mayo de 2014

Hasta el papel higiénico es un lujo

Hasta el papel higiénico es un lujo
Que el Estado venda caro productos baratos es de un cinismo espantoso
jueves, mayo 29, 2014 | Lilianne Ruiz

LA HABANA, Cuba.- Primero aparecieron los productos "SPAR". Luego, en
una estantería de la tienda Ultra, en Centro Habana, vimos el
inconfundible sello con el pajarito rojo de "Auchan". Productos
importados desde Europa, lo que equivale decir, en términos políticos,
desde la Unión Europea.

Pero los precios:

-Muy caros. ¿No estás viendo? Casi nadie los compra-, dice el tendero de
un pequeño mercado de barrio que ahora exhibe, además, gelatinas, latas
de bonito y de atún "SPAR" a precios astronómicos (en comparación con el
poder adquisitivo en Cuba) y que la gente no parece ver; empeñada como
está en que le alcance el menudo para llevar un paquetico con muslos de
pollo o de alguna fritanga derivada, y así cumplimentar el menú cubano
de los días más afortunados, demasiado espaciados en el calendario:
arroz, frijoles, viandas, vegetales y el plato fuerte, que ya no puede
ser pescado ni carne de vacuno.

Todo lo que vende el Estado es tan caro que para los cubanos de a pie
cualquier producto básico se convierte en un lujo.

Con el papel higiénico hay quien puede darse el lujo y hay quien
prefiere ahorrárselo para comprar algo más urgente.

Pero que el Estado esté vendiendo "Auchan" a precios de élite, una línea
de productos destinados a sectores populares, parece de un cinismo
espantoso. Porque si esos productos se han filtrado por las porosidades
de la Posición Común significa que se pensó en el pueblo cubano como los
mayores afectados por la escasez y la necesidad. Se pensó en el pueblo
cubano como rehén de una política que dentro de la Isla, con todo y la
Posición Común, ha permanecido inmutable, a pesar de cualquier afeite
reformista.

Al mismo tiempo que el gobierno cubano pretende enmascarar ante la
opinión pública nacional y extranjera las incuestionables violaciones de
los derechos humanos, llora, denunciando como injerencista la posición
de la Unión Europea o de los Estados Unidos en defensa de la democracia
para los cubanos.

Presumiblemente la Unión Europea estaría considerando que en todos estos
años no ha logrado beneficiar a la población por la política que mantuvo
con respecto al gobierno de la isla.

Comienzan a percibirse los primeros síntomas de apertura, empieza a
haber cambios, aparecen productos de primer orden, del orden estricto de
la supervivencia culta. Porque no es lo mismo desayunar con pan
cementoso y agua que hacerlo con cereales "SPAR".

Pero el gobierno cubano no reconoce libertades, no respeta derechos,
!que traerían también la prosperidad a los hogares cubanos, sin
excepción! Empeñado en su propia supervivencia, el castrismo apuesta por
apretar la tuerca y los cubanos pasamos de largo frente a la estantería,
porque esas delicadezas no parecen haber sido hechas para nosotros.

El mensaje del gobierno cubano para nacionales y foráneos parece del
mismo cinismo de siempre: "Sigo recaudando divisas, sigo siendo el mismo
extractor de siempre, el mismo parásito de siempre".

Está claro. Los derechos humanos son el único motor del desarrollo,
tanto para un individuo como para un país. No se puede renunciar a ellos
para erradicar la pobreza. De hecho no se erradica la pobreza si se
sacrifican los derechos humanos.

Un gobierno secuestrador de libertades debe ser obligado a cambiar,
especialmente cuando las personas bajo su dominación han quedado
inhabilitadas para defenderse, después de más de medio siglo de negación
individual y colectiva.

Source: "Hasta el papel higiénico es un lujo | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/opiniones/hasta-el-papel-higienico-es-un-lujo/

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