30 de septiembre de 2016

Un informe decepcionante e injusto

Un informe decepcionante e injusto
Está muy bien la preocupación del CPJ por los periodistas cubanos, pero
que sea por todos
Viernes, septiembre 30, 2016 | Luis Cino Álvarez

MIAMI, Estados Unidos.- El más reciente informe del Comité para la
Proteccion de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) sobre la
situación del periodismo en Cuba, más que decepcionante resulta
preocupante. No es que sus autores estén desinformados acerca de la
realidad cubana, sino que han manejado la información de que disponen
para destacar, en detrimento del periodismo independiente tradicional,
cuya presencia es escamoteada, el periodismo que se hace en la isla más
o menos al margen del control estatal. Solo que la mayor parte de ese
sector del espectro al que tanto interés dedican no está tan al margen
de esos controles como parecen creer a pies juntillas los autores del
informe, que son muy cándidos o demasiado optimistas acerca de las
posibilidades de los informadores bajo las condiciones de una dictadura.

Este informe viene a reforzar una tendencia que desde hace unos meses se
veía venir: la de invisibilizar y dar por terminado al periodismo más
crítico con el régimen para presentar a los blogueros y periodistas
oficialistas que colaboran en páginas extranjeras o en medios
alternativos de reciente aparición —On Cuba, Periodismo de Barrio, El
Estornudo, El Toque, Progreso Semanal, La Joven Cuba— como los nuevos
protagonistas de un periodismo libre en la Isla.

Y decía que es preocupante porque este tipo de consideraciones salidas
vaya usted a saber de dónde, que pretenden convencer de que Cuba cambia
a pasos agigantados al compás de las reformas raulistas, se convierten
en algo así como trending topics, se hacen virales y luego no hay quien
las pare.

El informe obvia el hecho de que ese periodismo independiente que existe
desde la primera mitad de los 90 y que desde entonces ha tenido que
soportar la represión pura y dura, fue el que levantó el techo de las
prohibiciones y posibilitó la existencia de esos medios alternativos,
cuyos colaboradores se afanan en aclarar que no son disidentes y se
quejan de los regaños y amonestaciones que reciben de los mandamases,
cual si fueran ovejas descarriadas.

Del periodismo crítico con el régimen solamente se hace referencia a
14ymedio, pero se alaba su tono equidistante. Por no tener ese tono, se
ignora, por ejemplo, la existencia de Primavera Digital, que sigue
apareciendo cada jueves en la red a pesar de que desde hace más de dos
años no recibe un centavo de financiamiento. A propósito, cuando empezó
14ymedio hacía más de seis años que existía Primavera Digital, lo cual
no impide que se siga repitiendo hasta la saciedad, como si fuese un
mantra, que 14ymedio fue el primer medio independiente en Cuba.

Resulta loable que hayan aparecido estos jóvenes comunicadores de los
medios alternativos que hablan de una Cuba más parecida a la real que la
que pintan los medios oficialistas. Los hay excelentes, como Elaine
Díaz, o los de El Estornudo, con su periodismo literario, y Harold
Cárdenas, por qué no, a pesar de sus pretensiones de "salvar a la
revolución" y mostrarse más socialista que Marx y Engels juntos. Pero si
se habla de calidad, en el campo de los independientes, los disidentes,
quiero decir, están desde hace muchos años, derrochando oficio,
periodistas como Miriam Celaya, Tania Díaz Castro, Iván García, Ernesto
Pérez Chang, Juan González Febles, Víctor Manuel Domínguez, Jorge
Olivera, entre otros.

Más que injusto, resulta ofensivo el enfoque que da el informe del CPJ
al calificar de "mayoritariamente irrelevantes" a Radio y TV Martí.
Sería interesante saber, teniendo en cuenta la potente interferencia
electrónica con que choca y el bloqueo de su sitio web en Cuba, de qué
modo pudiera ampliar su público y tener mayor relevancia, digamos que
como la del periódico Granma o Radio Rebelde. Lo cual tampoco sería
suficiente para el CPJ, que empata a tantos iguales a la prensa
oficialista con Radio y TV Martí al asegurar que "se han convertido en
cámaras de resonancia que sirven a ideólogos en los extremos opuestos
del espectro político. Conforme están estructurados en la actualidad,
ninguno es capaz de aportar el tipo de periodismo transformativo que
pudiera contribuir a lograr los cambios añorados por la mayoría de los
cubanos".

Teniendo en cuenta que esa sección del informe fue escrita por Ernesto
Londoño, un periodista que de Cuba solo ve lo que quiere ver y hacer
ver —¿se acuerdan de aquellos editoriales de The New York Times que
preludiaron el 17 D?—, creo entender a qué cambios se refiere. Solo que
no son exactamente esos cambios los que quieren la mayoría de los
cubanos, que aspiran con desesperación a otros de mucho más calado.

Tampoco es justo el informe al no conceder la relevancia que poseen a
páginas como CubaNet, que no es que ocasionalmente esté bloqueada en
Cuba, sino que ocasionalmente no lo estuvo durante cerca de un año.
Desde hace varias semanas la volvieron a bloquear, igual que a Diario de
Cuba, y a varios de sus periodistas los han arrestado y la policía
política les ha decomisado sus equipos de trabajo. Sería interesante
saber qué fórmula podría emplear CubaNet para estar en La Habana del
mismo modo que On Cuba. Lo digo porque ambas son páginas radicadas en
Estados Unidos y los periodistas que tributan a ellas son cubanos que
viven en la isla…

Está muy bien la preocupación del CPJ por los periodistas cubanos, pero
que sea por todos, por los oficialistas y semioficialistas —a veces
cuesta diferenciarlos— , a los que últimamente les están apretando las
tuercas todavía más; pero también por los independientes, los realmente
críticos, los que no se quedan en la superficie o se esfuerzan por
ocultar que se salieron definitivamente del "dentro de la revolución":
esos que en el informe del CPJ han sido minimizados o sencillamente
ignorados.

luicino2012@gmail.com

Luis Cino es un periodista residente en Cuba que se encuentra de visita
en Estados Unidos

Source: Un informe decepcionante e injusto | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/un-informe-decepcionante-e-injusto/

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